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martes, 30 de junio de 2015

Pizza extrafina y crujiente de queso de cabra y tomillo {Reto cocinillas lok@s por Lorraine}

    Ya se que llegado el calor lo que menos apetece es encender el horno, pero los cocinillas debemos estar un poquitín más pallá que pacá porque, si se trata de comer una exquisited como esta, no nos cuesta nada ponernos a ello aunque sudemos como pollos, jejjeje.
    De nuevo acabamos el mes lo que se resume en unas pocas palabras : reto de los cocinillas lok@s por Lorraine. En esta ocasión tocaba reto salado y elegimos esta maravilla de seudo pizza de la cocinera inglesa.
    La receta pertenece a su primer libro editado en español, "La cocina fácil de Lorraine Pascale", aunque podéis ver la receta también aquí.
 Yo la he variado un poco ya que no he puesto el pesto de espinacas, si mis hijos ven una base taaan verde seguro que la pizza me la hubiera tenido que comer yo solita. Porque un poco de verde vale pero tanto tanto como que no, jejjeje.


    Además puse la mitad de la pizza con queso y tomate fresco y la otra mitad con el queso y rodajitas de jamón cocido... y de ese trozo no puedo decir nada porque no llegué a tiempo ni de probarla, hay que ver lo rápidos que son los tíos cuando algo les gusta, leñe.


    Utilicé la bandeja del horno y estos son los ingredientes que emplee
    Ingredientes :
  • 4 hojas de masa filo
  • 75 g de mantequilla 
  • Unas ramitas de tomillo fresco
  • 3 tomates kumatos
  • 1 y 1/2 rulos de queso de cabra
  • 6 cucharadas de tomate frito casero
  • 200 g de jamón york de rulo (como 1/2 paquete)
    Precalentar el horno a 200º C.
    Pincelar la bandeja de horno con mantequilla derretida y colocar una hoja de pasta filo. Pincelar con mantequilla y espolvorear con el tomillo picado. Repetir la operación hasta que acabemos con la masa filo que pincelaremos también.
    Colocar otra bandeja de horno encima y hornear unos 15 minutos.
    Sacar del horno y retirar la bandeja de encima.
    Extender la salsa de tomate por encima de la masa horneada, dejando un dedo sin cubrir alrededor de los bordes, y colocar las rodajas de queso y tomate o de queso y jamón  por encima. Espolvorear con más tomillo picado y hornear 15 minutos, o hasta que el queso comience a verse derretido.
    Servir bien caliente.


    El contraste de texturas es bastante sorprendente y muy muy agradable.


    Realmente es una gran idea, otra forma diferente de comer pizza.
    Solamente me queda enseñaros la preciosa portada que este mes nos ha hecho Susana e invitaros a visitar las propuestas del resto de mis compis.


    Susana de Té con limón y canela
    Mavi de Mandarinas y Miel
    Bea de Sweet Cookies by Bea
    Leila de La nueva cocina de Leila
    Bea de Bea Recetas y más
    Blanca de Menjar a ca la Blanca 
    Marisa de Marisa en la cocina 

domingo, 28 de junio de 2015

Hamburguesas de bacalao con pimientos sobre molletes de Marchena {El AsaltaBlogs & Bake the World}

    En algunas ocasiones los retos en los que estoy metida les da por coincidir y tengo que ingeniármelas para cuadrar las horas de publicación. En esta ocasión me ha vuelto a ocurrir pero la solución ha sido otra bien distinta, en esta ocasión los dos retos están recogidos en esta misma entrada así que vamos al lío que hoy va a ser larguita, jejjeje.
 

    Ya nos habían comunicado, Clara y Virginia, que el reto de Bake the World para este mes eran los molletes de Marchena así que cuando encontré estas maravillosas hamburguesas de bacalao en el blog elegido este mes en El Asalta Blogs  tuve claro que esta iba a ser la combinación perfecta para la entrada.
    Lo primero será liarnos con los molletes, que es lo que más tiempo cuesta de estar hecho.


    Lo que más me gusta de los retos es la labor de investigación que me permite conocer varias versiones del mismo plato pero, en esta ocasión, la información encontrada es más bien escasa así que al final me lié la manta a la cabeza y acabé realizando mi propia receta, aunque he seguido las indicaciones de amasado que daban en el foro del pan. Nunca he probado estos molletes así que espero que los más expertos no solo se lleven las manos a la cabeza y me adviertan de mis errores.
    Ingredientes :
    Para el poolish
  • 70 g de harina de fuerza
  • 60 g de agua
  • 3 g de levadura
    Para el pan
  • 200 g de harina de fuerza
  • 125 g de harina
  • 50 g de semolina
  • 5 g de levadura fresca
  • 5 g de sal
  • 245 g de agua + 50 g para el final
  • Semillas de sésamo
    Mezclar los ingredientes del poolish, tapar y dejar reposar hasta que burbujee.
    Poner en un bol las harinas, la semolina, el agua y el poolish preparado anteriormente, remover y dejar reposar una media hora.
    Añadir la sal e integrar. Disolver la levadura en un poco del agua reservada para el final y verter en la masa. Integrar y volcar sobre la superficie de trabajo. Amasar hasta conseguir que la masa esté suave y lisa.
    Poner en un bol  y verter el resto del agua, amasar hasta que haya absorbido el líquido en su totalidad. La masa estará muy hidratada, parece que fuese masa de chapata. Tapar el bol y dejar fermentar hasta que doble, realizando 3 plegados  cada media hora para dar fuerza a la masa.
    Enharinar abundantemente la superficie de trabajo y volcar la masa. Espolvorear con las semillas de sésamo y más harina por encima y, con las puntas de los dedos, estirar dando golpecitos para que no se desgasifique demasiado.
    Cortar en trozos del mismo tamaño aproximado y depositar sobre un paño enharinado para hacer una segunda fermentación.
    Precalentar el horno a 270º C depositando una bandeja sobre la solera. Pasar, con ayuda de una pala, los molletes a la bandeja y dejar cocer 5 minutos. Subir la bandeja a la parte central y dejar otros 3 minutos.
    Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.


    Estos molletes son ideales para el desayuno, tostaditos por fuera para darles el punto de crujiente y blanditos por dentro, con una miga esponjosa y con grandes alveolos.


    Ahora que ya tenemos el pan vamos a ponernos con las hamburguesas. Este mes tocaba asaltar al blog El baúl de las delicias. Ha sido un asalto arduo y bien costoso ya que ya va haciendo calorcito para enfundarse las mallas y el pasamontañas así que, encima, tener que meterse nada menos que en un baúl era tarea complicada, jejjeje.


    Aún así conseguí mi objetivo y mi botín, estas riquísimas hamburguesas de bacalao, se fueron a casa conmigo para rellenar los deliciosos molletes de Marchena que acababa de hornear.
    Ingredientes :
  • 400 g de bacalao fresco (congelado)
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • 5 cucharadas de queso rallado (Grana Padano)
  • 1 cucharada de harina
    Dejar descongelar el bacalao y retirar las pieles y las espinas que pudiera tener. Desmigarlo estrujar con las manos para retirar lo más posible el agua que pudiera contener.
    Poner en un bol junto al perejil y el queso rallado y mezclar hasta que la mezcla esté uniforme.
    Espolvorear con la harina y amasar para integrar. La mezcla deberá estar húmeda pero manejable, si estuviera demasiado compacta añadir un poquitín de agua. Rectificar de sal si fuese necesario.
    Poner una sartén al fuego con un chorrito de aceite y cocinar las hamburguesas a fuego lento, hasta que estén doradas. Dar la vuelta y dorar por el otro lado.
    Sacar sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa.


    Servir acompañadas con un montón de pimientos asados.


    Yo elegí la opción de meterlas entre pan y acompañarlas de pimientos del Piquillo en tiras.


    Y, como cualquier hamburguesa que se precie, no podía faltar un chorrito de alguna salsa, en mi caso un poco de mahonesa y un chorrito de mostaza. Ñam, ñam, totalmente delicioso.
    Y, lo mejor de todo, mis hijos se las comieron sin rechistar, aún a sabiendas de que eran de bacalao... y les gustaron a rabiar. Todo un descubrimiento, menuda joya de receta.

jueves, 25 de junio de 2015

Banoffee en canoa para Mowgli

    No se si a vosotros os pasará igual pero es pensar en la historia del pequeño Mowgli y venirme a la cabeza la pegadiza musiquilla de la película, esa de "un, dos, tres, plátano Baloo" Y, como no me lo podía quitar de la cabeza, es ese precisamente el ingrediente principal de mi propuesta.



   
    Este mes la encargada de elegir cuento a sido Elena, de El pastelito Valiente, y su propuesta no ha sido otra que "El libro de la Selva", la obra de Rudyard Kipling, primer escritor británico en ser galardonado con el Nobel de Literatura en 1907. Esta obra no es un cuento como tal sino la recopilación de varios de ellos. ¿Os había dicho que este es el reto "Una galleta, un cuento"?

   
    Para adaptarlo de forma lo más rústica posible lo he presentado en la piel de los plátanos, como se lo vi montar al gran Martín Berasategui en uno de los programas de Robin Food en los que intervino (pincha aquí para ver el vídeo del programa) además de la manera de preparar el plátano que también es suya.
    Ingredientes :
    Para el almíbar
  • 100 g de azúcar
  • 100 g de agua
  • 1/8 de cucharadita de pasta de vainilla
    Para los bombones
  • 100 g de chocolate negro de cobertura (Valor Postres)
  • 1 cucharadita de mantequilla
    Para el postre
  • 2 plátanos
  • 2 cucharadas de salsa de caramelo de mantequilla salada o sirope de caramelo
  • 150 ml de nata para montar
  • 2 cucharadas de azúcar
  • Crocanti de almendra

    Lo primero que haremos es el almíbar poniendo los ingredientes en un cazo y llevar al fuego. Cuando comience a hervir bajar el fuego y dejar cocer durante unos 5 minutos.
    Partir los plátanos por la mitad a lo largo y, con cuidado, retirar la carne reservando la piel. Trocear la carne de los plátanos e introducir en el almíbar preparado anteriormente para que se aromatice. Reservar.
    Derretir el chocolate con la mantequilla y rellenar con la mezcla los moldes de bombones elegidos, yo elegí uno de hojas de Silikomart. Dar un golpe seco sobre la encimera con el molde relleno para que no queden burbujas y dejar enfriar en la nevera para que se pongan duros.
    Montar la nata, que tendrá que estar muuy fría, con el azúcar. Meter en una manga con boquilla de estrella y rellenar las pieles de los plátanos reservadas.
    Repartir por encima de la nata los trozos de plátano, bien escurridos del almíbar. Regar con hilos de salsa de caramelo de mantequilla salada. Espolvorear con el crocanti y adornar con las hojas de chocolate.


    Meter en la nevera hasta que se vaya a servir.
    Mientras me voy comiendo esta delicatessen me voy a ver las aportaciones del resto de mis compis (pincha aquí), ¿me acompañas?


    Mirar que a mí los plátanos son de las frutas que menos me gustan, pues así preparados me comería los que hiciera falta, me pondría hasta arriba. Qué buenísimo que está!!!

miércoles, 24 de junio de 2015

Ensalada con tartar de fresas, mozzarella y albahaca #ponunaensalada2015

    El año pasado, por unas cosas y por otras, no tuve tiempo de participar en la grandísima iniciativa de Rosilet. Este año no quería dejar de participar en esta edición así que, aunque junio es un mes un tanto caótico para mi con el final de curso de mis fieras, me he puesto las pilas y al final he conseguido llegar a tiempo...  por los pelos, pero he llegado.


    Teniendo en cuenta que ahora las fresas están muuy muuy dulces ya que son las últimas de la temporada no quería desaprovechar la oportunidad para hacer con ellas esta ensalada. Últimamente estoy, desde que descubrí la cocina peruana, que no se me van de la cabeza los tartares, es casi casi como una obsesión, cualquier ingrediente me lo imagino preparado de esta guisa. Será que me estoy volviendo un poco majara? O que necesito urgentemente unas vacaciones??


    Aquí os dejo mi aportación para esta edición de #ponunaensalada  organizada por Sugg-r and some Salt a la cual se suman como colaboradores Claudia & Julia, Lafiore, Señoríos de Relleu, Un huerto en mi balcón y Vive la fruta {del huerto a tu casa u oficina}

    Ingredientes :
  • 125 g de fresas
  • 10 perlas de mozzarella
  • Hojas de ensalada de brotes tiernos
  • Jamón serrano en lonchas
  • 1 ramita de albahaca fresca
  • Vinagre de frambuesa
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
      Lavar, secar y cortar el pedúnculo de las fresas. Cortarlas en cubitos, poner en un bol y regar con un chorrito de vinagre de frambuesa. Reservar.
    Escurrir las perlas de mozzarella y cortarlas en trozos del mismo tamaño que los de las fresas. Picar las hojas de albahaca. Añadir ambas cosas al bol donde están las fresas y remover ligeramente para que se distribuyan por igual.


    Poner en el contorno de la fuente de servir las hojas de ensalada de brotes tiernos dejando vacío en centro donde colocaremos un aro de emplatar. Rellenar el aro con el tartar de fresas, mozzarella y albahaca bien escurrido. Retirar le aro con cuidado para que no se desmonte.
    Salpimentar la ensalada al gusto. Con ayuda de una cuchara salsear con el vinagre de las fresas.
    Distribuir las lonchas de jamón serrano sobre las hojas de ensalada. y regar todo el conjunto con un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra.


    Me encanta el frescor que le aportan las frutas a las ensaladas ¿y a vosotros?

domingo, 21 de junio de 2015

Kuku wa kupaka (pollo con leche de coco) Receta de Madagascar {Cocinas del Mundo}

    Hay veces que solo con ver el nombre de un libro se que tengo que leerlo para saber de que va. Eso mismo me pasó al ver el nombre de esta receta, necesitaba saber que andaba detrás de ese nombre tan raro y, por supuesto, tenía que probarlo. Y no me había equivocado en absoluto, ¡¡qué cosa más exquisita!!


    Esta receta es mi aportación para el reto de este mes de Cocinas del Mundo donde Concha, de Cocina y aficiones, nos invita a viajar hasta la isla de Madagascar.


    La verdad es que encontrar receta ha sido bastante complicado hasta que vi el nombrecito dichoso, que por lo visto es swahili que proviene de la costa nororiental de la isla. La receta la vi aquí y, sin que sirva de precedente, en esta ocasión no he modificado nada... o casi, jejjeje. 


    Ingredientes :
  • 1 pechuga de pollo por persona
  • 2 cebollas
  • 3 tomates
  • 1 limón
  • 1/2 cm de jengibre fresco rallado
  • 2 dientes de ajo
  • 1 bote de leche de coco (400 ml)
  • 2 clavos de olor
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
 
    Poner el zumo del limón, el jengibre fresco rallado, los clavos de olor bien molidos, una pizca de sal y pimienta negra recién molida en un bol. Cortar el pollo en tacos y añadirlo al bol. Remover, tapar con plástico de cocina y dejar marinar en la nevera durante una media hora.
    Pelar y picar las cebollas y los dientes de ajo bien finos. Pelar y cortar los tomates en cuadraditos.
    Poner una cazuela al fuego con un chorrito de aceite de oliva y rehogar las cebollas y los ajos hasta que estén bien dorados.
    Añadir el pollo escurrido, reservando la marinada. dar unas vueltas hasta que haya perdido el color a crudo. Agregar los tomates y dejar rehogar durante unos 5 minutos.
    Verter dentro de la cazuela la leche de coco y la marinada reservada.
    Llevar a ebullición, bajar el fuego y dejar cocer a fuego medio hasta que la salsa reduzca.
    Rectificar de sal y pimienta negra si hiciera falta y servir bien caliente acompañado de arroz jazmín. A mí no me quedaba así que le puse basmati.


    Nunca en la vida me hubiera imaginado que un plato malgache me fuera a gustar tantísimo, es una pasada. 

martes, 16 de junio de 2015

Baklava de chocolate

    Últimamente lo que más me cuesta de las entradas es el comienzo, a ver que os cuento yo , jejjeje. Creo que necesito unas vacaciones urgentemente porque las musas deben estar ya muy cansadas y no me ayudan todo lo que debieran.
    Quizás sea por esto que cada vez tengo más necesidad de comer chocolate, debe ser que es la única forma de que las musas se espabilen y dejen aparte su pereza, jejjeje.
    La cuestión es que este es un intento de darles a las musas alimento... o simplemente se trate de la necesidad de alimentar mi gula chocolatera, jajjaja. Sea por una u otra cosa la verdad es que este postre está muy muy bueno.


    A simple vista este postre no es demasiado fotogénico pero que no os engañe la pinta porque es oro en bruto, os lo aseguro. La receta es de Sandra, del blog "La Receta de la Felicidad", pincha aquí para verla, y también está incluida en su libro.


    Ingredientes :
  • 150 g de mantequilla fundida, fría
  • 1 paquete de pasta filo
  • 250 g de chocolate negro (Usé Chocolate Negro Intenso de Nestlé Postres)
  • 250 g de frutos secos (Usé una bolsa de mezcla de frutos secos)
  • 1 cucharada de canela
    Para el almíbar
  • 250 ml de agua
  • 200 g de azúcar
  • 50 g de miel
  • Zumo de 1/2 limón
  • 1 rama de vainilla
    Preparar el almíbar  poniendo todos los ingredientes en un cazo al fuego hasta que llegue a ebullición, bajar el fuego al mínimo y dejar reducir durante unos 20 minutos. Retirar y dejar que se enfríe.
    Precalentar el horno a 200º C.
    Picar el chocolate y los frutos secos, yo le di unos cuantos golpes de turbo en la Thermomix. Añadir la canela y remover para integrar. Dividir en 5 partes y reservar.
    Para preparar el baklava necesitaremos 20 hojas de pasta filo, así que partí las 10 hojas que trae el paquete por la mitad, que es justo la medida de la fuente que utilicé. Tapar las hojas con un paño húmedo en todo momento porque esta pasta se seca enseguida.
    Pincelar la fuente con mantequilla y poner una hoja de pasta, pincelar con mantequilla y poner otra hoja. Repetir hasta que hayamos puesto 8 hojas.
    Extender la primera parte de la mezcla de chocolate y frutos secos, pincelar una hoja de mantequilla por los dos lados y poner encima. Repetir este paso 4 veces terminando con una capa de mezcla de chocolate y frutos secos.
    Volver a poner las 8 hojas que nos quedan de la misma forma que las del principio, mantequilla-filo y así sucesivamente.
    Con un cuchillo afilado realizar cortes en forma de cuadrados sin llegar al fondo, parar cuando notemos que llegamos a la capa de relleno.
    Hornear 20 minutos, tapar con papel de aluminio y seguir cociendo otros 25 minutos.
    Sacar del horno, dejar reposar 5 minutos y verter el almíbar frío sobre el baklava.


    Se puede comer caliente o a temperatura ambiente, de ambas maneras está impresionante de bueno.


    Y si se deja reposar durante una noche y se acompaña de una bola de helado de vainilla ya es divino, parecerá que estés tocando el cielo con las puntas de los dedos, de auténtica lujuria.

domingo, 14 de junio de 2015

Palitos salados rellenos de sobrasada y anchoa.

    Nunca me hubiera podido imaginar las alegrías que se pueden llegar a tener a través de Internet. Cuando empecé con esto del blog estaba un poco recelosa con lo que me podía reportar y que clase de gente me iba a encontrar por las redes. La verdad que la experiencia ha superado ampliamente mis espectativas, no solo he encontrado buena gente que han llegado a ser más que amigos, he trabado lazos que son más fuertes en algunas ocasiones que los que tengo con algunos familiares. Ahora, además, tengo una familia virtual que siempre está dispuesta a tenderme un hombro donde apoyarme cuando lo necesito, a sacarme una sonrisa cuando estoy apenada.
    En este momento la que necesita un empujoncito en su ánimo es Bego, del blog La Empanada Light de Bego, así que, como una familia, nos hemos puesto de acuerdo para darle un homenaje preparando cada uno una receta de su blog, a ver si así le arrancamos por lo menos una sonrisa y, aunque ya parece que se ha decicido a retomarlo, continúe animada para seguir deleitándonos con las maravillas que salen de sus manos y nos enseña en su blog.
    La receta que yo he elegido ha sido la de estos deliciosos palitos salados rellenos de sobrasada y anchoa (pincha aquí para ver su receta) y he acertado de pleno porque, tanto en casa como entre mis compañeros de trabajo, han gustado mucho muchísimo. Va por tí Bego!!


    Al principio he tenido algunos problemillas para hacerme con la masa pero al final lo he conseguido y, aunque de aspecto no me han quedado con la pinta de los de Bego, de sabor han quedado muuuy buenos.

    Ingredientes :
  • 500 g de harina (yo necesité casi 600 g)
  • 1 lata de 330ml de cerveza a temperatura ambiente
  • 330 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de sal
  • 200 g de sobrasada de Mallorca
  • 1 botecito de anchoas en aceite de oliva
  • 1 huevo batido
  • 1 puñado de pipas de girasol crudas  

    Mi odisea fue al preparar la masa. Poner la cerveza, el aceite y la sal en un bol y batir hasta integrar. Ir añadiendo la harina sin dejar de batir con las varillas, con el gancho de amasar, hasta que la masa coja la misma textura que si fuera plastilina. Yo le tuve que añadir bastante más harina hasta que conseguí hacerme con la masa y, aún así, quedó muuy blandita y bastante aceitosa aunque que no se pegaba a los dedos. Tapar con plástico de cocina y meter en la nevera durante media hora.
    Precalentar el horno a 200º C.
    Escurrir las anchoas de su aceite y poner sobre un papel de cocina para retirarles lo más posible la grasa. Partir por la mitad a lo largo cada anchoa.
    Estirar la  mitad de la masa, con ayuda de un rodillo, sobre un papel de cocina espolvoreado con harina hasta conseguir dejarla muy fina, de unos 5 mm de grosor aproximado, y cortar en cuadrados de 10x10 cm. Poner una tira de anchoa en cada extremo y enrollar cada uno hacia en centro. Yo solo le puse una tira en uno de los extremos y enrollé la masa sobre ella. Sellar bien y colocar los palitos sobre una bandeja de horno forrada con papel, pincelar con huevo batido y espolvorear con las pipas.  Meter en el horno, bajar la temperatura a 180º C y hornear durante unos 20 minutos hasta que se vean doraditos (ella los horneó durante solo 15 minutos pero mis palitos eran más gruesos que los de Bego sí que tardaron más en dorarse) Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.


    Los palitos rellenos de sobrasada los preparé mientras se horneaban los de anchoa pero podéis prepararlos todos antes e ir horneando por tandas.
    Estirar la otra mitad de la masa de la misma manera que antes, con ayuda de un rodillo sobre un papel de horno enharinado. Cortar cuadrados  de la misma medida que antes y rellenarlos esta vez con un pequeño cordón de sobrasada. Yo el cordón lo puse en uno de los extremos y enrollé la masa alrededor suyo sellando bien las puntas y la abertura para que el relleno no se salga durante la cocción. Colocar sobre una bandeja de horno forrada con papel y hornear durante unos 20 minutos hasta que veamos los palitos bien dorados. Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.


    Mirar que pinta tienen por dentro los rellenos de anchoa.


    Y los rellenos de sobrasada dicen también comeme con ese colorcito que cogen, ñam ñam.


    Madre mía, pero qué súper buenos que están!! Casi me da un empacho porque era incapaz de dejar de picotear y mira que salen muuuchos.
     Estas son las recetas del resto del grupo ¿¿preparados para disfrutar??

jueves, 11 de junio de 2015

Patatas rellenas al estilo caprese

    El mes pasado os conté lo que aconteció en el XI evento de las Tweets&Food (mirar aquí) En ese evento cada grupo que se hizo preparó un plato y yo estuve en el de las patatas bravas "VCC" con espuma de alioli de ajo negro. En el mismo grupo estaba Carmen y me comprometí con ella a que subiría la receta de la salsa adaptada al Thermomix.
    Bueno, he cambiado algo la receta y ha dejado de ser brava, ya que en casa no son demasiado amigos de los picantes, aunque aún le he dejado un chispazo. Además he modificado alguna otra cosilla para adaptarlas al gusto de mis fieras... les he puesto queso a mis ratones, pero bien escondido para que se lo encuentren por sorpresa, jejjeje.
   

    La idea base son las archiconocidas patatas bravas de Sergi Arola, realmente una de las delicias más copiada o versionada de la historia.
    Pero en esta ocasión no están rellenas de salsa brava sino de una salsa de tomate aromatizada con albahaca y queso mozzarella para darle el toque italiano al estilo caprese... y la salsa la he adaptado también para hacerla en Thermomix.


    Ingredientes :
  • 20 patatas pequeñas especiales para cocer
  • Sal
  • Aceite aromatizado con albahaca
  • 10 perlas de mozzarella
  • 20 hojas de albahaca
    Para la salsa
  • 2 cebollas rojas
  • 2 dientes de ajo
  • 340 g de tomate troceado
  • 400 g de tomate triturado (1 lata)
  • 40 g de aceite de oliva virgen extra
  • 1 pizca de cayena molida
  • 1 cucharadita de hojas de albahaca fresca 
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • Pimienta negra recién molida
   
    Precalentar el horno a 160º C.
    Lavar muy bien las patatas y secarlas.
    Cortar las puntas con un cuchillo, la de abajo pequeña ya que solo será para formar la base, y la de arriba más grande para poder  vaciar las patatas a través suyo, ambas tienen que ser paralelas.
    Colocar las patatas en una bandeja forrada con papel, salarlas y rociarlas con aceite aromatizado con albahaca. Yo uso un spray de Carbonell especial para ensaladas.
    Meter al horno y dejar cocer hasta que al pincharlas estén tiernas pero firmes, las mías lo estaban en 50 minutos. Ir comprobando la cocción a partir de que hayan pasado unos 30 minutos para que no se deshagan.

    Mientras prepararemos la salsa.
    (En Thermomix)
    Pelar las cebollas y los ajos. Cortar la cebolla en trozos grandes y poner en el vaso junto a los ajos. Picar 8 seg, vel. 5.
    Bajar de las paredes y agregar el aceite. Sofreír 12 min, temperatura Varoma, vel.1, el sofrito debe estar bien doradito. Añadir los dos tipos de tomate, el azúcar, la sal, la pizca de cayena, las hojas de albahaca y un par de vueltas de molinillo de pimienta. Poner el cestillo sobre la tapa para evitar que salpique y la salsa pueda reducir y programar 30 minutos, temperatura Varoma, vel.2. Rectificar de sal y pimienta si fuese necesario y de picante hasta dejarlo a vuestro gusto. Reservar en caliente.

    (En cazuela)
    Pelar las cebollas y los ajos. Picar bien fino y poner a pochar con un chorro de aceite en una cazuela. Cuando esté bien doradito añadir los dos tipos de tomate, el azúcar, la sal, la pizca de cayena, las hojas de albahaca picadas y un par de vueltas de molinillo de pimienta. Bajar el fuego al mínimo y dejar cocer hasta que la salsa espese, de 30 a 45 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Rectificar de sal y pimienta si fuese necesario y de picante hasta dejarlo a vuestro gusto. Reservar en caliente.

    Sacar las patatas del horno pero dejar la puerta de este cerrado para que no termine de perder el calor. Vaciar las patatas con un sacabolas. Partir por la mitad las perlas de mozzarella y reservar.


    Poner una sartén profunda con abundante aceite al fuego y, cuando esté caliente, comenzar a freír las patatas en ella hasta que estén bien doradas y crujientes.
    Sacar boca abajo sobre papel de cocina para que escurran el exceso de aceite.
    Volver a ponerlas sobre la bandeja del horno, poner dentro media perla de mozzarella y terminar de rellenar con la salsa con ayuda de una cucharilla.
    Llevar de nuevo al horno para mantenerlas calientes.


    Poner en la bandeja de servir  y adornar cada patata con una hoja de albahaca.
    Servir enseguida, para que al partir en dos las patatas el queso del interior esté fundido, y preparaos para disfrutar de un gran entrante.


    ¿A qué tienen buena pinta?

miércoles, 10 de junio de 2015

Vatrushkas... desde Rusia con amor {Reposteras por Europa}

    Este mes he cogido el vuelo para Rusia con retraso, jejjeje. Claro que con todos los líos del fin de curso y la entrada del calor (que me lleva por la calle de la amargura) no se ni en el día que vivo. Menos mal que he podido coger fuerzas con estos ricos bollitos y he llegado por los pelos.


    Ya se que estaréis pensando "a esta tía se le ha ido la pinza" pero todo quedará más claro cuando os diga que hoy es el día de publicación de Reposteras por Europa y que el destino propuesto por Magdalena, de Dulces Postres Magdalena, no es otro que Rusia.


    Bueno, pues lo que os iba diciendo, que no me había dado cuenta que hoy era día 10 y cuando he visto la publicación del recopilatorio casi me da un patatús... porque mi entrada estaba sin terminar, ufff!!!
    No me enrollo más, aquí os dejo mi aportación.
    Las vatrushkas son un tipo de empanadilla  redonda, abierta, hecha con masa de pan dulce y rellenas de una mezcla dulce hecha con requesón.
    Forma parte de las antiguas recetas eslavas que hoy en día comparten rusos y ucranianos.
 

    Originariamente se trataba de un postre aunque ahora se toma más bien para desayunar o merendar acompañadas de una buena taza de té.
    Ingredientes :
    Para la masa
  • 275 g de harina
  • 50 g de azúcar
  • 1 huevo L
  • 7 g de levadura seca de panadería (yo usé un sobrecito del Lidl)
  • 110 ml de leche tibia
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 50 g de mantequilla
    Para el relleno
  • 125 g de queso fresco*
  • 1/2 cucharada de nata de montar
  • 1 chorrito de zumo de limón
  • 15 g de azúcar
  • 1 huevo L
  • 1/4 de cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 cucharada de harina
    *La receta se hace con queso cottage o requesón pero yo le puse queso fresco espachurrado con un tenedor para dejarlo granulado.

    Primero prepararemos la masa. Poner la leche tibia en una jarra, añadir una cucharadita del azúcar  destinado para la masa y remover. Echar la levadura e integrar. Dejar reposar unos 10 minutos, hasta que esté burbujeante.
    Tamizar la harina, hacer un hueco en ella y volcar dentro la mezcla de leche y levadura, la mantequilla derretida, la sal, la vainilla y el huevo. Mezclar  hasta que se forme una bola.
    Volcar sobre la superficie de trabajo enharinada y amasar hasta que esté fina y elástica.
    Poner en un bol ligeramente engrasado, tapar y dejar levar sobre 1'30 horas. Desgasificar un poco, volver a tapar y dejar levar durante otra hora.
    Precalentar el horno a 200º C.
    Cortar porciones del tamaño de un huevo y bolear. Colocar sobre una bandeja de horno, cubierta con papel, y dejar reposar, tapadas con un paño limpio, unos 15 minutos.
    Mientras reposan prepararemos el relleno. Mezclar el queso chafado, la nata, el chorrito de limón, el azúcar la esencia y la mitad del huevo batido hasta que esté uniforme. La otra mitad del huevo batido la reservaremos para pintar los bollitos más tarde.
    Hacer un hueco en el centro de cada bola introduciendo el culo de un vaso enharinado. Rellenar con la mezcla del relleno ayudándonos con una cucharilla, y pintar los bordes con el huevo batido reservado.
    Hornear, a media altura, durante unos 25 minutos hasta que estén bien dorados.


    Dejar reposar unos 10 minutos sobre una rejilla, para que pierdan un poco de calor, y servir acompañados de una buena taza de té.
    Mientras buscaba información para este reto leí en algún sitio que los rusos tienen la costumbre de no sacar la cucharilla de la taza mientras toman el té. Curioso ¿verdad?


    Calentitos están deliciosos pero cuando se enfrían si les echas por encima un chorrito de coulis de fresas o de cualquier fruto rojo ya están de auténtico delirio, os lo aseguro.